Celia II
Son raras las victorias que benefician a las mayorías. Y de repente, en dos días nos llegan dos importantes. Desmenucémoslas para aislar las cuatro claves de su éxito.

El 25 de marzo la Cámara de Diputados aprueba por 319 votos a favor y con la abstención del diputado Juan José Guerra Abud, el coordinador de los percudidos verdes, una reforma que introduce los juicios colectivos a la Constitución. Cuando los estados la ratifiquen será finalmente posible la defensa, protección y representación jurídica de quienes consumimos y somos metódica y eficientemente exprimidos. Al día de hoy la defensa sólo puede ser individual.

Un día después, pero en el Vaticano, los poderosos Legionarios de Cristo admiten, consternada y tardíamente, que el padre Marcial Maciel cometió abusos sexuales contra menores de edad. Piden perdón a las víctimas y a quienes denunciaron y fueron ignorados. Abjuran de Maciel: "No podemos mirar a su persona como modelo de vida cristiana o sacerdotal", y lo encomiendan al "amor misericordioso de Dios". Guardan silencio sobre las reparaciones a las víctimas. Con todo y ausencias el documento es notable por la arrogancia y opacidad de los Legionarios y de una jerarquía que predica una humildad de la cual carece.

Artículo completo aquí
Celia II
Jorge Antonio y Javier Francisco fueron vilmente asesinados. Las balas que acabaron con sus vidas presumiblemente provinieron de las armas del Ejército Mexicano. Sus cuerpos fueron levantados y maltratados al grado de dejarlos casi irreconocibles. Sus pertenencias desaparecieron y se pretendió adjudicarles una identidad distinta, la de delincuentes armados, como se asentó en las primeras notas informativas… En honor a ellos y a sus familias es necesario limpiar sus nombres.

El asesinato de estos estudiantes ha indignado sin distinción a las comunidades de las universidades tanto públicas como privadas. Son víctimas de la guerra absurda que libra el gobierno contra el narcotráfico y que seguirá cobrando vidas inocentes si los mexicanos no logramos detenerla.

Si quieren conocer algo más de esta historia, aquí está el link
Celia II
No cabe duda, cada vez lo sentimos más cerca. Y no duele tanto lo duro como lo tupido. Primero eran "narquillos", ahora resulta que eran 2 estudiantes de excelencia del Tec de Monterrey. ¿Cuántos más se tienen que morir? ¿Cuántos jóvenes, atravesados por balas que al final ni eran para ellos? ¿Cuánto nos queda de país para heredarle a nuestros hijos?

Me siento muy triste y muy decepcionada.