Celia II


Perras ecológicas y asociados... no se olviden de apagar sus luces HOY sábado 26 a las 8:30 PM hora local para ser parte de esta manifestación GLOBAL a favor de la tierra. Que no digan que TODOS los culichis somos apáticos!
Celia II


Compartido por el "Xolo" con letra y todo... enjoy!

Una Mujer desnuda y en lo oscuro.
Mario Benedetti musicalizado por J.M. Serrat.


Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es coveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan

Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es u7n enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte

Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda
Celia II
El Camaleón Peripatético es la columna que escribe cada miércoles Luis Miguel Aguilar en Milenio. Mi querido "Luismi", como seguro odia que le digan, es otro de los escritores-periodistas-medio filóso...fos que me gusta leer y seguir. Aquí les comparto una reflexión sobre lo que es y ha sido la FAMA y en lo que se está convirtiendo para la nueva generación (léase nuestros hijos) tomando como ejemplo el emblemático caso de Lady Gaga y su video "Alejandro" que también dejo a su amable consideración... La canción no es muy buena, pero eso es lo de menos. Enjoy!

Venga, no inventes —le digo al camaleón peripatético apenas entro al cuarto donde escribo; y es que lo veo disfrazado de monja y lo oigo pronunciar en canto las palabras “Alejandrou, Robertou, Fernandou”.

—Oh, pues yo qué quieres que haga, verbo que rima puntualmente con Lady Gaga, de quien me fue imposible no mimetizarme.

—Por eso: qué tuíter te picó como para que intentes reproducir el videoclip más famoso de Gaga. Por cierto: no me vendrás con que hay que desmenuzar o deconstruir con gran seriedad académica todo el retacerío videoclípico de “Alejandro”: nazis, crucifijos al revés, altares al erotismo, robustos pilateros —no por, en el contexto, Poncio Pilatos, sino por el ejercicio de los pilates—, ingesta de rosarios, etcétera.

—Nah: mi interpretación profundísima de la pieza es que se trata sólo de la historia de una gringa y tres lancheros; lo demás fue rollo visual para engrosar un escandalillo. O bien, para que Lady Gaga siguiera los pasos de la cantante Madonna; o mejor dicho, para que reclamara como suya “la mantilla” de Madonna.

—Claro: la sucesora del estilo hollywood-vaticanense de Madonna. Y según veo en este clipping (Sasha Frere-Jones: “¿Qué tan no mensa es Gaga?”, The New Yorker, 27/4/09), sus credenciales “religiosas” vienen de que Stefani Joanne Angelina Germanotta —como diría Salvador Novo: he aquí alguien que no supo qué nombre se pondría—, llamada después Lady Gaga por la canción del grupo Queen “Radio Ga Ga”, estudió la secundaria con las monjas del Sagrado Corazón en el Upper West Side de Nueva York.

—Pues todo esto porque te traía un muy buen número de la revista Lapham’s Quarterly (invierno, 2011): “Celebrities”. Me atrajo mucho un artículo de John Tresch: “De Gilgamesh a Gaga”, que repasa todo el largo camino de la fama desde la inscripción cuneiforme en Mesopotamia a la inscripción tuitiforme de hoy. Extraigamos de ahí algunos asteriscos para los lectores:

*La Reforma Protestante puede verse como una revolución en la máquina de la fama del cristianismo, no sólo porque la imprenta descentralizó el control de textos alejándolos de Roma y del latín que reforzaba al Vaticano como punto focal, sino por la iconoclastia que acompañó a las guerras religiosas de los siglos dieciséis y diecisiete.

*Los iconos y los ídolos fueron proscritos del interior de muchas iglesias y monasterios que anteriormente los preservaban, expulsados del refugio ritual que había mantenido a estos cultos como un sistema más o menos cerrado durante un milenio.

*El destrozo de ídolos liberó el carisma acumulado de las iglesias que los habían mantenido estables, y los sacó al mundo secular del comercio. En la era moderna el carisma sagrado ya puede —ya debe— animar el tráfico de bienes e ideas; atañe a nuevas y diferentes entidades: actores, políticos, artistas, escritores… La diferencia es que estos nuevos portadores de fama existen en el aire abierto, corrosivo e impaciente del mercado, que exige con una insistencia sin precedentes su reemplazo cuando el gusto cambia. Ya no pueden esconderse tras la cortina de incienso y el latín que protegía a sus precursores del público veleidoso.

*John Lennon dijo que se había ido a vivir a la ciudad de Nueva York porque si hubiera vivido durante el Imperio Romano habría querido vivir en Roma. Una de las paradojas de Manhattan —con trágicas consecuencias para Lennon— es que alberga grandes maquinarias de magnificación y proyección globales al tiempo que constantemente reduce a las celebridades al tamaño humano.

*La nueva infraestructura de la fama que ha traído Internet crea de modo simultáneo una mayor descentralización, una mayor difusión y oportunidades para una concentración más vasta aunque de vida más corta.

*La máquina de fama que ocupa y opera Lady Gaga ya no está definida primordialmente por la radio o ni siquiera por MTV. Su expansión y automultiplicación se da ahora en portadas de revistas, sitios de chismes, talk shows, arenas de concierto, descargas de MP3, remixes, YouTube y sitios de fans.

*El contraste entre la voz y el aspecto comunes y corrientes de Lady Gaga, y sus manifestaciones extraordinarias y proteicas encajan perfectamente con un sistema que alienta a todos a construir y operar la propia máquina de fama de Lady Gaga vía Facebook, el blog y otros medios personales sostenidos adictivamente.

*Si Lutero y Gutenberg hicieron de cada hombre y cada mujer un sacerdote, con Gaga y Facebook cada usuario se vuelve un icono. Ahora todos debemos pasar por una máquina de la fama que es móvil, multifacética y omnipresente, para entrar incluso a las modestas arenas de la amistad, la familia y el trabajo.

*Estamos persuadidos —forzados de hecho— a extender nuestra aura, a transformarnos en entidades difusas cuyo poder, tamaño y valía medimos en conteos de hits y “seguidores”.

*Nos fabricamos nuestra propia nube de gloria, cuyos contornos e impacto son monitoreados y ajustados de manera obsesiva por una fuente cada vez más vaporosa.

—Pues abur y vuelvo al peripato, pero antes: ¿entonces es preferible el “no lo turba la fama” del Spinoza de Borges?

Pero no alcanzo a responderle al camaleón; ya se planteó el asunto de otro modo y al irse canta primero “La Fama Fatal” de Jaime López: “Dime tú ¿qué no darías/porque un día te las diera?”, y luego desde más lejos se le oye cantar con la música de “Lady Laura” de Roberto Carlos: “Lady Gaga, abrázame fuerte, Lady Gaga”.

Milenio Diario. 23/03/2011

Celia II

El primero me llegó como quién llega en conquista

trajó un oso de peluche, trajó un broche de amatista

me contó todos sus viajes, privilegios que él tenía,

me mostró todas sus joyas, me llamaba 'reina mía',

me encontró tan desarmada que tocó mi corazón

más no me negaba nada y asustada dije,¡no!.


El segundo me llegó como quién llega del bar

trajó un litro de aguardiente tan amarga de tragar

preguntó por mi pasado y comió de mi comida,

indagó en mis cajones, me llamaba de perdida

me encontró tan desarmada que arañó mi corazón

más no me entregaba nada y asustada dije,¡no!.


El tercero me llegó como quién llega de nada

pues el nada me traía, también nada preguntó

ni siquiera se su nombre, mas comprendo lo que él quiere,

se metió pronto en mi cama y me llamaba de mujer

fue llegando despacito y antes que dijese no

se quedó cual fuese el dueño dentro de mi corazón.

Celia II

La belleza uniforme degrada el gusto, anestesia la sensibilidad y tiende a robotizar el impulso erótico. El garbo no se puede copiar, es un don natural nacido de la autoestima que las Barbies clonadas abandonan en el quirófano por no atreverse a decir, como el Quijote, soy la que soy". Enrique Serna

Muy interesante y provocador este artículo de Letras Libres que nos enfrenta a la esclavitud en la que se está convirtiendo el estándar de la belleza femenina. Cada vez más preocupadas por parecernos a un modelo abstracto (un maniquí dice Enrique) sin darnos cuenta que la belleza está precisamente en la diversidad, en la expresión física natural de lo que se lleva por dentro. Las mujeres nos hemos vuelto especialmente vulnerables al juicio sumario de la belleza tirana. Pueden leer el artículo completo aquí.
Celia II

El xoloitzcuintle es una raza canina prácticamente sin pelo originaria de México. Se le conoce por su endemismo en este país y su estrecha relación con la cultura azteca. Su popularidad no es muy alta comúnmente porque su falta de pelaje es algo chocante para algunas personas, pero para otras y muy especialmente entre los criadores de xolos, cada ejemplar es muy preciado y valioso, llegando el valor de un xoloitzcuintle con pedigree a oscilar por los dos mil dólares, debido también a su inmenso valor histórico, cultural y biológico, y a su relativa escasez en comparación con otras razas.

¿Qué tal? Para que se den una idea de la jerarquía de la raza que nos honra con sus visitas.
Celia II
I close my eyes, only for a moment, and the moment's gone
All my dreams, pass before my eyes, a curiosity
Dust in the wind, all they are is dust in the wind
Same old song, just a drop of water in an endless sea
All we do, crumbles to the ground, though we refuse to see

Dust in the wind, All we are is dust in the wind

Don't hang on, nothing lasts forever but the earth and sky
It slips away, all your money won't another minute buy

Dust in the wind, All we are is dust in the wind
Celia II

La ONU inaugura UN Women para acelerar los procesos que buscan la equidad de género en el mundo. En los países árabes las mujeres todavía son obligadas a cubrirse el rostro y sus vidas están literalmente en manos de los hombres que todo lo pueden. En África las pequeñitas son marcadas o cercenadas físicamente para controlar su desarrollo sexual. Y en México, ¿qué pasa? Artículo publicado en Milenio Diario como cobertura especial del Día de la Mujer. Leer completo aquí.

Lamentablemente, la década 2001-2010 nos remite a agresiones y delitos que deberían estar superados: hay abusos de niñas, robo de infantes, trata de personas, discriminación, marginación, acoso sexual en centros de trabajo y lugares públicos, ataques verbales y físicos en escuelas; revictimización de mujeres violadas y maltratadas por parte de quienes debieran procurarles justicia, y prácticamente todas las formas de discriminación y abuso, a pesar de tratados internacionales y avances legislativos.

Bienvenidos los logros de mujeres que han podido hacerse de un lugar reconocido en la vida política, económica, cultural, social y empresarial del país. Muchas, muchísimas más, también son las que discreta y cotidianamente construyen desde su trabajo, fuera o dentro del hogar, el México generoso y productivo al que aspiramos.

No obstante, falta mucho por hacer para que todas las niñas tengan acceso a la educación, todas las mujeres cuenten con igualdad de derechos en los empleos, todas las mujeres sean amparadas por la justicia y todas gocen del derecho a la no discriminación.

Lamentablemente, el principio constitucional que establece que “el varón y la mujer son iguales ante la ley” sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país.

Graciela VC
Mujeres: ¿qué clase de mujeres somos las mexicanas? ¿qué tan solidarias? ¿qué tan comprometidas? pero sobre todo: ¿qué tanto contribuimos como mujeres a que aún persista la discriminación? Discriminación que cada vez es mas sutil pero ahí está, a veces no la percibimos, incluso creemos que es un tema que poco nos atañe, pero en los comentarios del día a día todavía escuchamos: "ay, tenía que ser mujer! qué mal maneja", por citar un ejemplo.

Veo por una lado a mujeres comprometidas y solidarias pero por el otro persiste la rivalidad entre nosotras o peor aún la apatía y el desdén hacia lo que hacemos o lo que muchas logran, así que adopto la pregunta que Guadalupe Loaeza hace en su artículo de hoy:

¿Qué tan misóginas somos entre nosotras mismas?

Qué mejor fecha, el Día Internacional de la Mujer, para hablar de la mujer. Algo que siempre me ha intrigado mucho respecto a nuestro género es la misoginia que existe entre nosotras. La primera misógina que conocí en mi vida fue mi madre. Cuando murió mi padre, su biblioteca de más de 10 mil volúmenes estaba destinada para mi hermano, porque "era el hombre de la casa". Cuántas veces no escuché a doña Lola exclamar: "¿Cómo le puedes hacer esto a tu hermano?". Un día que no había suficientes "blanquillos" para el desayuno, la escuché decir: "Ésos son para su hermano, porque él requiere más proteínas para su desarrollo intelectual, al fin que ustedes (sus hijas mujeres) se van a casar...". Con este patrón crecí: mi hermano era superior a mí por el solo hecho de ser hombre. Lo peor de todo es que lo que aprendí en mi casa, lo repetí con mis dos hijos, lo anterior me lo recuerda constantemente mi hija. A pesar de que ahora estoy más consciente que nunca de los derechos de las mujeres, actúo de la misma forma, con mis nietos, es decir, inconscientemente, soy tan misógina como doña Lola.

No hay duda, entre las mujeres también existe la misoginia. Como dice Marina Castañeda: "Son las mujeres que en lugar de solidarizarse con una mujer cuando tiene algún problema, la critican. Son las mujeres que cuando contemplan el éxito de otra mujer, inmediatamente sospechan de su integridad e incluso ponen en tela de juicio su carácter y su vida privada. Y por último son las mujeres que 'sitúan' a sus congéneres en función de los hombres, de tal manera que fulanita sea, en primer lugar, la hija de tal, la esposa de zutanito o la mamá de X".

Para leer el artículo completo haz click en el enlace:

http://www.debate.com.mx/eldebate/Articulos/ArticuloGeneral.asp?IdArt=10697622&IdCat=6115

Celia II
"El hombre construye casas porque esta vivo, pero escribe libros porque se sabe mortal.

Vive en grupo porque es gregario, pero lee porque se sabe solo. La lectura es para él una compañía que no quita el puesto a ninguna otra, pero ninguna otra podría sustituir.

No le ofrece ninguna explicación definitiva sobre su destino, pero crea una estrecha red de complicidad entre la vida y él. Pequeñísima, secreta complicidad que habla de la paradójica felicidad de vivir, en el mismo momento que ilumina el trágico absurdo que es la vida" (Daniel Pennac, Comme un roman)
Celia II

Basho, poeta budista, advertía contra el uso de adjetivos de magnitud porque, siendo inexactos, conducen a la infelicidad. En tal precaución lingüística puede verse la voluntad operativa de esta ciencia del espíritu que se define como el camino del justo medio, ese equilibrio cognitivo, psicológico y ético indispensable para apartar los velos de la ilusión materialista y encontrar el sentido de lo real, más allá de revelaciones metafísicas o de dogmas devocionales, de mesías escatológicos o de intermediarios sacerdotales, de morales teístas y autoritarias, de decálogos flamígeros absortos en la persecución de pecados y herejías.

Sin embargo, este libro resulta —a pesar del adjetivo de magnitud— extraordinario, no solamente por su claridad expositiva, por su correcto y accesible lenguaje; no solamente, además, debido a la temática que aborda: el muy noble, verificable y empírico budismo, sino quizá sobre todo porque representa una nueva y hasta inédita —así sea totalmente canónica— interpretación vivencial de ese pensamiento, sucedida culturalmente entre nosotros y efectuada por una persona episódica que proviene de nuestra misma mentalidad —relativa y efímera, sin duda, pues la mentalidad es un fenómeno compuesto, pero desde la cual conoceremos o no una doctrina que podría curar nuestra ignorancia sobre la verdadera naturaleza de lo existente y aligerar nuestra agobiante carga histórica y existencial.

Es posible, pues, que este singular libro de Miguel Ángel Romero provoque en sus lectores un vital sentimiento de urgencia para dar un primer paso hacia la salvación del sujeto histórico posmoderno: la atención. Decía Nietzsche, alumno renegado del filósofo budista contemporáneo extraviado en Occidente, Schopenhauer, que sólo se necesita un pequeño grupo dispuesto a reconstruir el mundo o a derribarlo. Son aquellos que despiertan del sueño colectivo y se disponen a transformar su circunstancia interior. Son quienes antes que cambiar el mundo optan por cambiar su manera de pensar en el mundo. A fin de cuentas eso es lo que enseña el budismo: que somos lo que pensamos, que todo lo que somos surge con nuestros pensamientos y que con ellos construimos lo que llamamos realidad.

Se trata del libro Dejando atrás el sufrimiento. Enseñanzas de los discursos del Buda (Editorial Pax México, 2009), escrito por Miguel A. Romero ---quien antes fue el bhikku (monje) Thitapuñño, adscrito a la tradición budista Theravada, la escuela más antigua del budismo histórico--- y compuesto en mexicano, por hacer referencia a un elemento no del todo secundario para subrayar la valoración de su singular importancia entre nosotros.

La única llave maestra que abrirá la cerradura de nuestro implacable desasosiego es la atención. Leer a Miguel Ángel Romero puede ser el comienzo de tal estrategia: la liberación.

A mí siempre me ha llamado mucho la atención la espiritualidad budista. Tiene muchas de las características que admiro de una religión y muy pocas de las que me aterrorizan, así que me parece una buena oportunidad de conocer un poco más a través de estos ensayos.

Libro recomendado por mi consentidísimo Fernando Solana en su artículo de Milenio de hoy. Pueden leerlo completo aquí o buscarlo en uno de nuestros blogs que seguimos en la columna de la derecha.

Celia II

La Jornada es unos de los seis medios impresos en el mundo a los que Wikileaks ha proporcionado archivos, en lo que puede considerarse la mayor filtración de información política trascendente en la historia del periodismo. Los otros cinco son The Guardian, Le Monde,Der Spiegel, The New York Times y El País.

El conjunto de materiales filtrados por Wikileaks tiene unas 300 millones de palabras. La Biblia tiene unas 780 mil palabras. Manejar un volumen de información de esta magnitud, buscarla, ordenarla, ponerla en contexto, encontrar historias atractivas y pertinentes, es un reto muy grande. Por principio de cuentas, es una demostración de que quienes aseguraron que con las redes sociales el periodismo ha dejado de tener razón de ser están profundamente equivocados. Sólo el periodismo puede darle sentido a una información tan extensa y compleja.

Los materiales son una especie de radiografía del poder en México, del grado de sujeción de nuestras autoridades a los designios de Washington, del fracaso de la lucha contra el narcotráfico del presidente Felipe Calderón, de la impunidad del sistema de procuración de justicia y de las enormes desigualdades sociales que existen en el país. El diagnóstico que se desprende de esas radiografías sobre la salud pública de la nación es alarmante e indignante. No hay antecedente de difusión pública de un volumen de información tan vasto y tan grave sobre la naturaleza de las relaciones del poder en México. En otro país, el asunto sería un escándalo. Aquí también lo es, pero es un escándalo al que los grandes medios de comunicación electrónica hacen el vacío, confinándolo a los lectores de la prensa escrita y los usuarios de redes sociales.

Luis Hernández Navarro en la Jornada del martes 01 de marzo.
Esta es la página de Wikileaks en La Jornada
Celia II
  • De Martín Bonfil Olivera en Milenio Diario. 2011-03-02•Tendencias

Había una vez una especie animal que logró desarrollar una extraña habilidad: el lenguaje. A través de él pudo compartir información sobre su medio y sus pensamientos.

Se detonó así el desarrollo de la cultura: al compartir experiencias y transformarlas en conocimiento, nuestra especie trascendió las limitaciones de la biología y descubrió un nuevo nivel de evolución: el cultural. Pero este desarrollo requirió un nuevo invento: la escritura. Ello implicó la aparición de una serie de tecnologías de escritura y de elaboradas técnicas para descifrar lo escrito: la lectura.

Leer es un proceso tan complejo que desarrollarlo costó siglos. Se requieren años de escuela para convertirse en lector elemental; pero ser verdaderos lectores, capaces de leer de corrido libros completos, libros profundos, es algo que sólo logra un porcentaje muy pequeño de la población.

Hoy damos un nuevo paso: construimos computadoras, las conectamos a la web y creamos las redes sociales —Facebook, Twitter— que han cambiado por completo nuestros hábitos socioculturales y de lectura.

En su fascinante libro z (Taurus, 2011), el escritor y analista Nicholas Carr propone una tesis preocupante: la plasticidad de nuestro cerebro, junto con las características de internet (inmediatez, brevedad, superficialidad, abundancia) están haciendo que ese logro de siglos de evolución cultural, la lectura profunda, se pierda. A cambio de la habilidad de prestar atención a decenas de cosas simultáneamente, es posible que estemos sacrificando la capacidad de concentrarnos largamente en una sola.

En lo personal, mi uso de las redes sociales ha resultado útil e interesante, pero muy adictivo. Mi productividad ha bajado, pero la información y contactos a mi alcance crecieron exponencialmente. Aún no sé si gano más de lo que pierdo….

Ya veremos si en cinco o 10 años las seguiremos usando. Y veremos también si los temores de Carr se cumplieron. Entre tanto, mientras twitea a todo vapor y siente que el tiempo cada vez le rinde menos, pregúntese: ¿cuándo fue la última vez que leyó un libro completo?