Otra característica importante de lo sucedido ayer es el planteamiento de un conjunto de propuestas que constituyen un plan de trabajo que va más allá del importante, pero insuficiente, hecho de caminar y protestar.
La movilización nacional tiene ahora un programa que ahonda en las causas de la crisis actual y no se queda en la relatoría de desgracias individuales o grupales o en la promoción o aceptación de discursos oficiales o reuniones de elite.
La marcha de ayer fue un primer paso, pero evidentemente hay un largo trecho por recorrer. Vertebrada por ciudadanos en buena parte cargados a la franja izquierda de la cuadriculación política e ideológica, la marcha de la poesía combativa ha tenido el mérito de incorporar a jóvenes y clases medias con poca proclividad a lo político (e incluso, con diversos matices, repelencia a esa actividad).
Pero en esa pluralidad volátil radica a la vez uno de los nudos que a futuro pueden debilitar e incluso inutilizar lo hasta ayer ganado por esta insólita movilización sin liderazgos fuertes o carismáticos, con un dolido padre, periodista y poeta, como figura central y con la participación consejera de sacerdotes demostrando compromiso social.
Astillero - Julio Hernández - La Jornada de hoy.