Con una boquilla color nácar, un abrigo de piel de conejo y una línea negra gruesa alrededor de todo el ojo aparece Herta Müller (Rumanía, 1953) en la puerta de la Literaturhaus de Berlin. Sus gestos, su ironía, su acento, delatan a esa persona que confiesa sentirse sobre todo rumana, “rumana antes que alemana”, aunque su idioma literario y materno sea el alemán...
Finalmente, el nombre ganador del premio de este año resultó ser el de la escritora alemana, de origen rumano, Herta Müller. Esta novelista y ensayista ha escrito ampliamente sobre la opresión de la dictadura en su país natal y el desarraigo de vivir en el exilio político. Al anunciar el premio en Estocolmo, la Academia Sueca describió el trabajo de Müller como uno “que, con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, describe los paisajes de los desposeídos.” No parece un hecho casual, pero este reconocimiento llega cuando se conmemora el vigésimo aniversario de la caída del comunismo en Europa.
Müller, de 56 años, emigró a Alemania en 1987, después de años de persecución y la censura en Rumanía. Se trata de la primera representante del país germánico en ganar el Nobel desde Günter Grass en 1999. Apenas cuatro de sus obras han sido traducidas a otros idiomas, mayoritariamente inglés y francés, como por ejemplo la novela Herztier (traducida en algunos idiomas como La tierra de las ciruelas verdes). Escrito p.or Monty Python - 8 Oct 2009.
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