Celia II
Los tres mensajes principales que salieron desde Cuernavaca, mediante la voz de Javier Sicilia, tienen distintas implicaciones y destinatarios. Veamos cada uno:

1. RENUNCIA: “Los más de mil crímenes sin resolver (…) me hacen, a nombre de la dignidad ciudadana, exigirle a Marco Antonio Adame –gobernador de Morelos-, a Miguel Ángel Rabadán –presidente municipal de Jiutepec-, a Nereo Bandera Zavaleta –presidente municipal de Temixco-, a Manuel Martínez Garrigós – presidente municipal de Cuernavaca-, a los integrantes del Congreso –los partidos políticos saben quiénes-, que renuncien inmediatamente a sus cargos”. Se abre así un proceso de presión política, que dados los antecedentes en esa entidad (Carrillo Olea y Estrada Cajigal), se antoja una ruta compleja para el gobernador y los presidentes municipales. En semanas venideras veremos hasta donde se llega.

2. REUNIÓN: “Convocamos a una nueva marcha nacional para el domingo 8 de mayo en el Zócalo de la ciudad de México (…) Nosotros, la ciudadanía de Morelos, saldremos caminando de la Paloma de la Paz, el 5 de mayo, para pernoctar el 7 en La Espiga, escultura de Rufino Tamayo, que se encuentra el Centro Cultural de la UNAM y salir el día 8, a las 7 de la mañana rumbo al sitio donde se asientan los Poderes de la República –el Zócalo capitalino- (…) Vamos a ir caminando en silencio, para evitar que los gritos nos confundan y la indignación, que lleva a veces al insulto, nos haga perder el amor”. Se invitó a que desde otros estados se llegue al mismo punto y se estableció que lo único que se llevaría como símbolo será una bandera nacional que nos identifica y une a todos. La cita está hecha. La sociedad civil ofrece así una nueva oportunidad.

3. REFUNDACIÓN: “Vamos a convocarlos para que ustedes, que han malversado nuestro dinero, que han decidido sin consultarnos en nuestro nombre, que han defraudado nuestra confianza, y que han puesto al país en estado de emergencia nacional, a que firmen un pacto que les permita recuperar la representación de la Nación (…) este pacto debe ser firmado en el centro de la ciudad más dolida entre las dolidas: Ciudad Juárez, Chihuahua”. Este pacto tiene también como destinatarios a los ciudadanos y da la posibilidad de que el dolor no se convierta en odio, sino en amor y lucha por la justicia. Más adelante se darán a conocer los términos de este pacto.

Recogido del artículo de hoy que escribe Emilio Álvarez Icaza (defensor de los derechos humanos) en El Universal. Pueden leerlo completo aquí.

Que las vacaciones próximas nos inviten a reflexionar. Descansemos, pero no olvidemos nuestros compromisos, y sobre todo, compartamos el mensaje: "queremos paz y nos la vamos a ganar".
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2 Responses
  1. Celia II Says:

    Sí, ya sé... yo también me doy cuenta de que a lo mejor los estoy saturando. Pero es que para donde volteo encuentro información y comentarios que me pareces valiosos, serio y MUY IMPORTANTES, para compartir con mis amigos. Este de Ciro es CONTUNDENTE Y CLARIDOSO:
    http://impreso.milenio.com/node/8944201
    No dejen de leerlo.


  2. Celita, sigue "saturandonos", eso sirve para no olvidar.....
    Besos