Celia II
Borges dijo ser conservador porque era la única opción política que renunciaba al entusiasmo.

No menos irónico es el caso de quienes se declaran “liberales” pero se dedican a descalificar con violencia a quienes no lo son. Los liberales son unos señores reposados que creen que la verdad está al medio; y su deportivo escepticismo los hace más civiles y relativistas. El liberalismo descree de las luces extremas, las de los iluminados; cultiva, más bien, una zona gris, esa gama de matices que llamamos tolerancia.

Los neo-liberales (o neo-cons) son los marxistas de hoy: están poseídos por convicciones incólumes, autoritariamente jerárquicas, y nos ven a los demás como neófitos en trance de aprendizaje, a punto de ser salvados por la verdad universal del mercado. (Julio Ortega)

Tomado del de Jesús Silva Herzog Márquez.