Celia II
Siguiendo el comentario de GracielaV sobre el monólogo de Bardem en la película Biutiful, les ofrezco un extracto de Kafka en la Orilla encontrado en esta página, por si lo quieren leer completo: (claro que escuchárselo a Bardem es muuuucho más excitante)

Pienso una vez más en la distancia. El joven llamado Cuervo lanza un suspiro y se presiona los párpados con las yemas de los dedos. Me habla con los ojos cerrados, desde el fondo de las tinieblas.
-Juguemos a lo de siempre -propone.
-De acuerdo -digo. Yo también cierro los ojos y, en silencio, respiro hondo.
-¿Listo? Imagínate una tempestad de arena terrible, terrible de verdad -dice-. Y olvida cualquier otra cosa.
Tal como me ha dicho, imagino una tempestad de arena terrible, terrible de verdad. Y olvido cualquier otra cosa. Incluso quién soy. Me quedo en blanco. Las cosas van aflorando enseguida. Y él y yo las compartimos en el viejo sofá de cuero del estudio de mi padre, como siempre.
-A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar -me comenta el joven llamado Cuervo.

A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. Como una danza macabra con la Muerte antes del amanecer. Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta, en definitiva, eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior. Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena e ir atravesándola paso a paso. Y en su interior no hay sol, ni luna, ni dirección, a veces ni siquiera existe el tiempo. Allí sólo hay una arena blanca y fina, como polvo de huesos, danzando en lo alto del cielo. Imagínate una tormenta como ésta.

Me imagino una tormenta como ésa. Un blanco remolino que apunta al cielo, irguiéndose vertical como una gruesa maroma. Mantengo los ojos y las orejas fuertemente tapados con ambas manos. Para que la fina arena no se me meta en el cuerpo. La tormenta se acerca deprisa. Desde lejos puedo sentir la fuerza del viento en la piel. Va a engullirme de un momento a otro.
El chico llamado Cuervo posa con suavidad una mano sobre mi hombro. La tormenta de arena se desvanece. Pero yo continúo aún con los ojos cerrados.
-Tú, ahora, tendrás que ser el chico de quince años más fuerte del mundo. Sólo así lograrás sobrevivir. Y, para ello, deberás comprender por ti mismo lo que significa ser fuerte de verdad. ¿Entiendes?
Me limito a permanecer callado. Me gustaría hundirme poco a poco en el sueño sintiendo su mano sobre mi hombro. Un tenue aleteo llega a mis oídos.
-Tú, ahora, pronto te convertirás en el chico de quince años más fuerte del mundo -me repite al oído en voz baja el joven llamado Cuervo mientras me dispongo a dormir. Como si tatuara con tinta azul oscuro estas palabras en mi corazón.
2 Responses
  1. ceci vega Says:

    Si Celia, efectivamente, este fragmento del libroi Kafka en la Orilla se encuentra en las primeras páginas, y la metáfora de la tormenta de arena es como el parteaguas que desarrolla la historia, ya que el adolescente Kafka Tamura decide huir de su "destino" y a lo largo de la historia, el destino lo sigue y lo encuentra como si fuera su sombra, incluso,m más allá del tiempo.
    En este libro murakami juega con el tiempo, lo relativiza, en verdad vale la pena leerlo.


  2. Delia Gámez Says:

    Hola Ceci V.
    De alguna manera consciente quería huir de su destino, pero había ido a encontrarse con él, sólo que no lo sabía...no sabía que iba a ir a encontrarlo cuando el sólo pensaba en no cumplirlo, ese era Kafka, pero el Cuervo sí que lo sabía, ese sí sabía para donde iba y que a dopnde quiera que fuera iba a encontrarse y cumplir su destina, este libro me ha fascinado, no he tenido fín para saborear al cuervo, a Kafka, a Nakata y Hoshino...en fin hay que leerlo