He dejado plantados a Kenzaburo y a Pérez Reverte, y todo porque hace apenas 1 hora mis amigos del Itata me regalaron "Comer, rezar, amar". Empecé a leerlo por tenerlo disponible en un momento de ocio... y no lo puedo soltar!!! Divertido e ingenioso, pero sobre todo, un derroche de ternura e inocencia. SIIIIÍ!!! Increíble personaje femenino que se asume y se ve a si misma con una honestidad y una transparencia conmovedoras. Estoy encantada. Les comparto un extracto que me pareció que se parece mucho a algunas de nuestras inquietudes caninas...
—Quiero sentir a Dios de una manera más prolongada —le dije—. A veces me parece entender el aspecto divino de este mundo, pero esa sensación nunca me dura, porque me acaban distrayendo mis mezquinos deseos y temores. Quiero estar con Dios siempre. Pero no quiero ser un monje ni renunciar a los placeres terrenos. Creo que lo que quiero hacer es aprender a vivir en este mundo y disfrutar de sus placeres, pero también querría entregarme a Dios.
Ketut me dijo que podía responder a mi pregunta con una imagen. Me enseñó un dibujo que había hecho una vez mientras meditaba. Era una silueta humana andrógina, erguida, con las manos unidas como si estuviera rezando. Pero la figura tenía cuatro piernas y no tenía cabeza. Donde debería haber estado la cabeza había una especie de maraña de helechos y flores. Y a la altura del pecho había un bosquejo de un rostro sonriente.
—Para hallar el equilibrio que buscas —dijo Ketut, hablando a través de su traductor— te tienes que convertir en esto. Debes tener los pies tan firmemente plantados en la tierra que parezca que tienes cuatro piernas en lugar de dos. De este modo podrás estar en el mundo. Pero debes dejar de mirar el mundo con la mente. Tienes que mirarlo con el corazón. Así llegarás a conocer a Dios.
Ya lo dijo el zorro en El principito, sólo con el corazón podemos ver lo verdaderante impostatante, o algo así.
Yo soy más banal, me identifico con ella en lo de compara jeans una talla más grande o bueno esas veces que le sacas a la felicidad y sales corriendo muerta de miedo de perder el "control"
Pero nada como la parte del baño, darte cuenta que tienes que irte. AUCH!!!
Querida Celia, sabía que te atraparía. Puede parecer un libro "ligerito" pero en lo personal me llegó hasta el tuétano... Disfrútalo querida amiga...
¡Guau!, volví a recordar esta frase del curandero Ketut y me dejo conmovida nuevamente, pero si algún personaje me encantó fue Johny el texano, quién logra desnudarla y ayudarla a verse tal cual es, le pone el espejo y la confronta con sus temores. la parte de India fué mi preferida.
A mi también me encantó, me parece que esa edad en las mujeres es padrisima, descubrimos que tenemos cuerpo, mente, corazón y alma no solos para los demás.
Y también me recordó al Principito!