El enemigo goza de una mala fama indestructible.
Es injusto: deberíamos respetar a nuestros enemigos casi tanto como a nuestros amigos, porque los amigos nos estimulan a veces, pero los enemigos nos estimulan siempre, obligándonos a mantener alta la guardia para que no nos amarguen la vida; también deberíamos escucharlos con atención, porque sus juicios sobre nosotros son muchas veces más atinados que nuestros propios juicios.
Así que quizá podamos prescindir a ratos de nuestros amigos, pero no podemos prescindir de nuestros enemigos; o mejor dicho: la única manera de prescindir de ellos es que ellos prescindan de nosotros.
Para conseguirlo lo primero que hay que hacer es identificarlos, cosa no siempre fácil, porque nuestros verdaderos enemigos son discretos y silenciosos, y a veces se mimetizan con nuestros amigos; lo segundo que hay que hacer es entenderlos, o por lo menos no odiarlos, porque el odio nos impide juzgarlos y porque entenderlos significa entender también que un hombre que ataca es un hombre que se alivia.
Si uno combate a un terrorista pensando que el terrorista es un demonio, ha perdido el combate: sólo se le puede combatir entendiendo sus razones, entendiendo por qué, para él y para mucha gente como él, un terrorista no es un demonio sino un ángel, igual que Hitler fue un ángel para millones de personas.
Hay amistades íntimas y enemistades más íntimas que cualquier amistad, y uno debería ser capaz de penetrar en la mente de sus enemigos mejor de lo que penetra en la de sus amigos; también –lo que casi nunca es posible– debería ser capaz de elegirlos, porque nuestros enemigos nos definen mejor que nuestros amigos; sobre todo debería ser capaz de compadecerlos y, si hay mucha suerte, de ayudarles en el infortunio, porque esa es la forma más cruel de vengarse de ellos.
Interesante el planteamiento de javier Cercas acerca de la importancia de conocer bien al enemigo, es un sarcasmo muy fino. lo que si me caló muy hondo es la referencia que hace al decir que para algunas personas hitler pudo haber sido un "angel", entiendo lo que quiere decir, pero el ejemplo que eligió me parece muy fuerte.
Amiga, por supuesto! Lo siguieron hasta la ignominia. Aún hay mucha gente que justifica con argumentos "racionales" el holocausto y la superioridad aria.
Aquí y ahora en nuestro entorno hay personas y grupos así de retorcidos que tienen seguidores incondicionales, solo que no tenemos las perspectiva de la historia para percibirlo en su justa medida. Ya veremos que dice el tiempo.
Hola Perracas
Coincido con Celia en como todavía mucha gente ve a estos "angeles", considerando que fueron dignos de admiración por su pensamiento y hasta adonde llegaron, en California US, hay un museo dedicado a Hitler con altas medidas de seguridad para entrar y con toda una exposición increíble de docuemntada de quien fue Hitler y todas las "maravillas" de su pensamiento, esta incluso custodiado exclusivamente por Alemanes 100% "puros", increíble.
Pero lo que a mi me llamo la atención es que dice que debemos poner cuidado a los juiciios de nuestros enemigos, porque son más acertados que los nuestros...creo que tiene mucho de razón, saludos...